lunes, 26 de junio de 2017

DESPUÉS DE LA RESACA... QUÉ

Y ahora qué. Ya te has vacilado, has comido tu juane y, doble contra sencillo, que has tomado más chelas que chicha. Y eso que en plena plaza costaba entre 7 y 8 soles la botella de esas rubias. Y tu fiel al castigo de estos abusivos, ¿qué dices?
Porque la pregunta corta y directa a la yugular está ahí. Y ahora qué.
Ya disfrutaste de zaperoko, de "la nariz de la cumbia" Cristian Domínguez. Pero qué más. Sólo eso. Eso es lo más saltante. Eso te hace sentir completo.
Un imponente escenario donde se levantó un monumento inflado del auspiciador principal de la festividad. Pero nada ahí que demuestre a propios y extraños que el santo patrono o el juane son los dueños de la celebración. Son ellos los homenajeados. Pero no. Una botellaza de cerveza estaba ahí al frente llevándose todas las miradas.
Y si a eso le pones el banercito de marras que a un franelero funcionario se le ocurrió poner ahí, también en el escenario, con el nombre del alcalde Sanjurjo. Qué pues dices.
Ahora bien. No todo fue frivolidades. No. Sería muy mezquino de mi parte no reconocer el esfuerzo de la gestión por sumar más cosas en el intento de darle nivel a la fiesta patronal. Pero, así mismo creemos que resultan siendo insuficientes. Sentimos que la ley del menor esfuerzo les sigue ganando. Y eso se nota desde lejos, como a esa botella de cerveza inflable.
Por eso, sentimos envidia de lo que ofertan y venden turísticamente regiones vecinas. San Martin y Ucayali, deben ser nuestros referentes, pero ni copiar y pegar siquiera hacen de algunas de las tantísimas cosas buenas que tienen ellos en sus programaciones. Pero además ellos tienen lo que a nosotros nos falta hace tiempo. Autoridades comprometidas en todos los niveles de gobierno. Y un plan de trabajo que se pone en marcha el día 25 de junio, es decir, ahí normas cuando están eructando lo que han comido y tomado, se ponen a trabajar ya para el año siguiente.
Para nadie es novedad que Fernando Meléndez y Francisco Sanjurjo han roto palitos políticamente hablando. Cada quien está jugando su propio partido con miras a las próximas elecciones, entonces, cómo creen que se iban a apoyar para sacar adelante una celebración por todo lo alto. No pues, eso es como que pidas ceviche a la señora que vende juanes.
Y ahora qué. Pues yo creo que nada. Todo seguirá igual y hasta peor. Prepárense que el 2018 tendremos una fiesta de San Juan tibia, como siempre. La campaña electoral estará en su recta final. Que no les sorprenda que en vez de esa botella gigante se ponga la imagen de Pancho. Que Meléndez en vez de ese árbol feísimo de la entrada al Gorelor ponga la figura de la candidata a Maynas, o sea de su esposa Rosío. Y ni esperen que Adela desde Maynas haga algo al respecto, mientras no tenga confirmado como su socio electoral a Pancho, no le va a dar más que tablas y palos para que arreglen algo la Feria Artesanal. Finalmente, dependiendo de que alguien le diga "cómo es", el presidente de la comunidad tratará de jugar por sus propios intereses y hasta de chocar con el párroco de la iglesia.
Y ahora qué.  Pues eso. Más de lo mismo, que no es otra cosa que ser menos cada año. Mientras se siga confiando a “sacha” promotores so pretexto de que la municipalidad no tiene presupuesto para eso, seguirán dependiendo de estos personajillos oscuros que empeñan la imagen de todo un pueblo a la primera cervecera que les sacude el billete.
Sanjuancito de bandera
Pide pan y no le dan
Pide queso, menos eso
Pide látigo, eso sí...
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martes, 6 de junio de 2017

Tú, de qué vas

El viernes participé del Taller sobre Ética periodística organizado por el Consejo Nacional Consultivo de Radio y Televisión, al igual que muchos colegas, casi cien diría yo, todos ávidos de conocer de cómo se está manejando y cumpliendo lo que la Ley de Radio y Televisión señala y cuántos medios de comunicación han hecho suya la recomendación de la autorregulación y, consecuentemente, la elaboración de su propio Código de Ética.
El auditorio mostraba un interés inusitado y hasta coyuntural, diría, por todo lo que estamos viviendo y experimentando en esa línea en nuestra región y concretamente en Iquitos.
Y ahí nos encontramos con muchísimos colegas, conocidos de años, los actuales y, lo que me emocionó como siempre, los estudiantes universitarios de Comunicación. Todos, en mayor o menor grado, preocupados por el periodismo que estamos practicando y ofreciendo a las audiencias, a la ciudadanía.
Más allá de nuestras particulares y legítimas posiciones, de nuestras individuales líneas periodísticas, de la apuesta editorial de los medios donde laboramos. Más allá de todo eso, creo que nos convocaba el mismo deseo, el de recuperar el nivel.
Porque si de algo podemos estar seguros es que aquí no hay un afán por querer enmendarle la plana a nadie en cuanto a su posición principista, ideológica y/o partidaria, si gustan. Reiteramos y subrayamos, cada quien es libre de asumir una postura y de manifestarla y defenderla a capa y espada. Ahí, al menos en lo personal, no nos metemos ni criticamos ni calificamos a ningún colega.
La posición de rechazo y repudio es a la forma cómo muchos hacen periodismo. Nuestro firme cuestionamiento está dirigido, cual misil, a la manera irresponsable y hasta delincuencial con que algunos se ponen frente a un micrófono, una cámara o el teclado de una computadora. Insultan, gritan groserías, calumnian, denigran, califican, difaman, dañan honras y afectan lo más valioso que tiene toda persona. Su derecho al buen nombre y a la dignidad como ser humano. Contra eso estamos parados en primera fila.
Pero resulta que a este interesante encuentro de comunicadores y periodistas no acudieron esos que vociferan, esos que dicen que lo que despotrican cada día es su derecho de opinar y además están amparados, dizque, en la libertad de expresión. Ante esto los expositores de CONCORTV han sido claros, directos y contundentes. Eso no es periodismo ni aquí ni en dónde.
Reconociendo, además, que las autoridades actuales y las del pasado, han mantenido estos personajes y a sus espacios periodísticos con el dinero de todos, vale decir, con recursos públicos.
Lo interesante de todo esto es que ha cobrado fuerza el deseo de darles batalla a aquellos, personas y medios, que denigran esta noble profesión. Estamos decididos a luchar para devolverle la dignidad, la decencia y el prestigio a esto que lo asumimos con pasión y convicción.
Porque queremos que se nos respete, que la sociedad nos vea y perciba como personas útiles y necesarias para informarse correctamente. Porque queremos que nuestros hijos nos miren con orgullo y no estén escuchando comentarios sobre el trabajo de sus padres. Ya basta. Ya está bueno. Solo nos quedan dos caminos. Uno que nos siga arrastrando por el fango y el estiércol. Y otro, que nos haga dormir tranquilamente cada noche porque somos conscientes que cumplimos cabalmente, día a día, con nuestro rol en la sociedad. O eres un pobre diablo que grita estupideces o eres con orgullo periodista. ¿Tú, de qué lado te pones, colega?
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MI CONGRESISTA, TU CONGRESISTA, NUESTRO CONGRESISTA

¿Qué espero de los candidatos al Congreso de la República? Pues no mucho. Algunas cosas simples y sencillas. Porque a estas alturas de ...