martes, 28 de noviembre de 2017

PROFESIONALES ACTORES DEL DESARROLLO

Para muchos, de pronto, las elecciones en los colegios profesionales han pasado desapercibidas. No le han dado la importancia ni el peso que tiene por varios motivos, seguramente. Sobre todo porque son los mismos profesionales de las diferentes especialidades los que se encargaron de ausentarse y alejarse del día a día de la región. Eso es indudable, a tal punto que los candidatos a decanos de los diferentes colegios lo reconocen como uno de los puntos a recuperar. Coinciden todos en que ellos, los expertos y especialistas deben ser protagonistas del desarrollo de Loreto.
Los abogados, los contadores, los enfermeros, entre otros, han tenido unos quince días de intensa campaña electoral. En promedio cada uno ha tenido la posibilidad de elegir entre cuatro listas. Los ganadores de las elecciones del sábado 25 de noviembre, (Dr. Martin Tuesta Gómez, lista 2, en el CAL. Y Darwin Flores Vargas, lista 3, en el CCPL) asumirán la decanatura en sus respectivos colegios profesionales, el primer día hábil del 2018. Hay que indicar que algunos gremios cumplieron con llevar a cabo sus elecciones en semanas anteriores, como el de los periodistas, por ejemplo.
La coyuntura se vuelve inmejorable para que nuestros colegios profesionales y sus integrantes, recobren prestancia y presencia en la vida socioeconómica y política de la región. La conformación de la Coordinadora de Decanos de Colegios Profesionales de la Región Loreto, sumado a los nuevos aires con los nuevos directivos en estas instituciones, abrigan la esperanza que tendremos a sus voceros participando del debate sobre temas cruciales para los loretanos. Un pronunciamiento oportuno puede aquietar las aguas y aclarar el panorama en medio de un debate fogoso pero  inútil, en el que casi siempre caemos la mayoría.
Los loretanos hemos tenido momentos de debate, que incluso se prolongan hasta ahora, donde solo se escucha o se lee la posición oficialista de las autoridades,  la de sus opositores y la de los periodistas -que nos alucinamos muchas veces los sábelo todos en cuanto tema se ponga en agenda-, a ellos se debe sumar, el entorno convenido de cada una de estas posiciones, como los dirigentes vecinales y sindicales, así como los militantes y asesores de los diferentes niveles de gobierno.
El Reintegro Tributario, Beneficios Tributarios, Exoneración del IGV (18%) a los pasajes aéreos, la conectividad vial -hidrovías y carreteras-, conexión con la Red Eléctrica Nacional, que a su vez nos permita un servicio de internet de calidad pues se utilizaría las torres para el tendido de los cables de la fibra óptica, el Canon Petrolero, la contaminación, salidas para la crisis productiva y económica. Sumándole el tema de Educación y Salud, que son los sectores pilares bases para pensar en cualquier posibilidad de progreso y desarrollo. Acaso me dejarán mentir, que nos hemos pasado el tiempo en estos últimos meses, hablando y hablando, cayendo en la polémica estéril donde los insultos, ataques y gritones, se han evidenciado más que los sustancial, las propuestas y los argumentos sólidos y técnicos. Jornadas donde cada quien aprovecha para llevar agua a su tinaja. Dónde las mesas técnicas sin los técnicos y profesionales solo eran especies de hora locas para rendirle culto a la politiquería barata. Claro que sí. Eso hicimos y eso hacemos.
Los Colegios Profesionales de nuestra región, por todo eso deben convertirse en la fuente permanente de consulta y propuestas, de información y orientación para la sociedad. Deben ser la luz que se encienda en medio de la penumbra de aquellas discusiones inocuas, que no nos dejan nada, solo perder el tiempo y eso es un lujo que no nos podemos seguir dando los Loretanos. Autoridades responsables, ciudadanos participativos, políticos serios y profesionales comprometidos. Esa suma de esfuerzos necesitamos para construir esa hoja de ruta o plan regional, en bien del desarrollo de nuestra bendita tierra. Sí señores. Eso.

martes, 21 de noviembre de 2017

Tiempo de celebrar

En el colmo de los colmos los aguafiestas han sacado a relucir lo mejor de su repertorio tras la clasificación al Mundial de Rusia 2018, por parte del seleccionado nacional de fútbol. Con lo que se confirma, una vez más, aquello de  que el peor enemigo de un peruano es otro peruano. Qué desgracia por Dios.
Eso de querer fregar la celebración tras el triunfo ante Nueva Zelanda, que nos dio el boleto mundialista, diciendo que el fútbol es el opio del pueblo, incluso calificándonos de imbéciles a los que vivíamos esta felicidad luego de 36 años de estar ausentes de la fiesta máxima del balompié de este planeta.
Los pincha globos, que son como una especie de club de tías que toma el té todas las tardes como en la corte inglesa, se sienten dueños de este país, se alucinan como los exclusivos responsables de marcar la agenda nacional. Qué debemos decir y hacer. Cómo debemos reaccionar ante tal o cual situación. Un poco más y decretan  a qué horas debemos ir al baño y qué papel higiénico debemos usar. Unos perfectos desubicados.
Felizmente somos la mayoría que decretamos por mandato del sentimiento y del corazón saltar de alegría, vivir a plenitud estos momentos a plenitud. Cómo a alguien se le puede ocurrir querer controlar esto, que fue como un torrente que arrastraba tantas penas, lamentos y frustraciones desde hace más de tres décadas. Los peruanos tenemos derecho a sentirnos felices. No pueden querer condenarnos a estar siempre cargando la pesada cruz, que muchos de estos mala leches son los responsables. En lo político, social y económico. Así que no vengan a querer camuflar sus fracasos y mediocridad con nuestra algarabía.
Sus pobres argumentos por ningunear este momento de gloria que nos han regalado los muchachos de la selección, es decir que vivimos de espaldas a la realidad del país por estar disfrutando de lo que nos regala el fútbol. Tremendo disparate, digo. Porque el hecho que nos sintamos felices y estemos aun en la efervescencia de la celebración porque esto que era una triste historia hoy es una hermosa realidad, no significa para nada que no sintamos en carne propia los problemas de nuestra bendita tierra.
Por eso digo que no podemos mezclar las cosas, son como el agua y el aceite, dos orillas distintas. La vida nos brinda la oportunidad de llorar, de indignarnos, de protestar, de reír, de celebrar y de ser felices. Acaso alguien mientras está cantándole el “happy brithday” a su mamá o hijo, permitiría que a algún inoportuno se le ocurra contar que la tía tal está en cuidados intensivos. O cuando están haciendo el amor y al borde del orgasmo, le caería bien que a su pareja se le dé por recordarle que el recibo de luz se vence en tres días. No pues. No vengan con tonterías. Todo tiene su momento, cada cosa en su lugar. Hoy es el momento de celebrar y punto.

MI CONGRESISTA, TU CONGRESISTA, NUESTRO CONGRESISTA

¿Qué espero de los candidatos al Congreso de la República? Pues no mucho. Algunas cosas simples y sencillas. Porque a estas alturas de ...