Ahora que has muerto resulta que todo el
mundo te conoce, te admira, te ama y hasta dice cantar de memoria tus
canciones. Ahora que chapaste contrato indefinido para actuar en el mejor
palenque, sí ahí en el cielo.
Sucederá lo que ocurre con los grandes, que
después de muertos se interesan en conocerlo, sobre todo los más jóvenes, sucedió
con Gardel, con Elvis, con Lennon, con Michael, con Nino y verás que contigo
será igual, pero en medio de todo eso está bien porque eso significa darle a tu
obra el sitial que mereces, eso hará que sigas cantando con mas fuerza. Ahora
verás como suenas insistentemente en las radios, en la tele, en el YouTube...,
estarás en el ciberespacio cerca a las estrellas en el infinito donde hoy
brillas como siempre con luz propia.
Tú tienes un antes y un después de Querida,
muchos están plenamente convencidos que ahí
comenzó tu carrera, es decir a mediados de los 80, concretamente en 1986. Pero
tu tenías ya una trayectoria exitosa desde hace más de una década, cuando en
1974 grabas tu primer éxito, No tengo Dinero, que te permitió conquistar rápidamente
a tus paisanos y en ese mismo Long Play – disco de vinil-, tenías unas cancioncillas
más como Yo no nací para amar, el Noa
Noa, etc. Tanto fue tu éxito primero, que diste el salto al cine y protagonizaste
la película "Yo no nací para amar".
Antes de llegar a Querida, hay un ciento de
canciones, la mayoría escritas para hacer brillar a otros artistas, quién no
tuvo el respaldo de una producción tuya. Rocío Durcal, con la que te encontrarás
cantando ahora, es la mejor demostración de cómo tus canciones abrieron
puertas, y a la española la más difícil, la de México y cantando incluso
rancheras tuyas ¡Qué tal atrevimiento! Pero tú lo podías todo, eras el rey
midas de la música en nuestro idioma. En España Manuel Alejandro y en América tú,
señor.
Tu internacionalización definitiva, sin
duda, fue querida, porque tomaste la decisión de hacerlo, de escribir y
producir canciones para ti, tu egoísmo en esos años de los 80 fueron un acto de
desprendimiento de tu extraordinario talento para el mundo. Por eso los que sabíamos
de ti nos alegramos y los que te descubrieron recién comenzaron a testimoniarte
su admiración. Diríamos que te decíamos todos: "Hasta que te conocí".
Por los 90, alguien quiso inaugurar la
mejor discoteca de Iquitos y su propuesta era moderna, diferente y atractiva,
se le ocurrió ponerle por nombre Noa Noa. El nombre pegó y la noche de su
inauguración tu canción sonó fuerte y
espectacular y su estribillo pegajoso lo tarareaban todos, se volvió el himno
del mejor point de Iquitos. Hoy le abreviaron a simplemente Noa. Te cantaban
sin saber que tú eras el padre de ese tema pegajoso.
Hoy tú ya no estas, tu figura cada ve más
regordeta, con tu voz potente, con tus improvisaciones y tus pasitos tan tuyos
al bailar, ya no estará sobre el escenario. A la par de Raphael, no hay artista
más imponente en el escenario que tú, con el valor agregado que tú eras un cantautor.
Me enteré a las horas de tu partida, al
comienzo no quise hacer caso, ya sabes, como a tantos, a ti ya te habían
mandado al otro mundo varias veces. Pero lamentablemente esta maldita mañana de
domingo se tiño de negro con la triste noticia.
Me puse a pensar en aquella vez que como
tantas veces, fui a la matiné dominical en el cine Belén y entre tantas películas
mexicanas que llegaban pude ver la tuya y verte cantar en pantalla grande,
desde ese entonces me quede con “No tengo dinero”, “Yo no nací para amar” y “He venido a pedirte perdón”.
Actuación en la primaria en mi escuela, fijo que cantaba una de ellas...
Gracias, maestro por las 1800 canciones que nos heredas, gracias por habernos
demostrado que cuanto más grande eres no se puede dejar la humildad. Gracias
por ese Amor eterno, que hoy Me nace del corazón, para decirle que No tengo dinero ni nada que dar, lo único
que tengo es amor para dar, así que Abrázame fuerte desde allá arriba y que nos
sigan gritando que la Costumbre es mas
fuerte que el amor. Descansa en paz Divo de Juárez, artista del mundo.
A bordo del Noa Noa Express agarraste viaje
al cielo y estoy seguro que por primera vez no tuviste miedo a volar.
Gracias porque en el Perú diste tu
concierto más sentido teniendo de auditorio selecto a niños cusqueños con
quienes cantaste Querida. “A nuestros países les falta Unión y aquí (en Perú)
también”, dijiste aquella vez y hasta ahora padecemos ese mal.
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