domingo, 24 de noviembre de 2019

MI CONGRESISTA, TU CONGRESISTA, NUESTRO CONGRESISTA


¿Qué espero de los candidatos al Congreso de la República? Pues no mucho. Algunas cosas simples y sencillas. Porque a estas alturas de la rápida campaña para qué complicarse la vida, ¿no?

Por eso, de manera clara y directa, sin medias tintas. Así, sin anestesia. Les digo que tan solo espero que desde el saque se pongan a trabajar por el bienestar de los peruanos. Por los de la derecha e izquierda, por los de arriba y los de abajo. Por todos sin distinción de ningún tipo.

Que sean honestos, leales con los ciudadanos que les confiarán sus votos. Que honren el lugar de donde proceden. A sus padres, a su familia. Para que cuando tengan que recorrer las calles de su ciudad, lo hagan sin apurar el paso, a escondidas, como si huyeran de sus vergüenzas.

Que sean transparentes, frontales contra la corrupción, contra todos aquellos oscuros intereses que a la corta o la larga afectan la vida de los peruanos. Que levanten la voz contra las injusticias.

Que legislen sobre lo concreto y efectivo. Por salud y educación de calidad para todos. No de los favores o los "lobbys" que nos dejan solo fierro y cemento que al poco tiempo se convierten en elefantes blancos levantados sobre la pobreza de la gente.

Espero, tratarle de señor o señora, con respeto al desempeño, porque basta y sobra un año y medio, para que una persona de bien demuestre que la política es hermosa y decente.

Quiero verlos en su semana de representación en real contacto con los ciudadanos. Que sean oídos siempre dispuestos a escuchar y voz de compromiso que convierta en propuestas legislativas tantas cosas valiosas que el ciudadano de a pie, el de la sociedad civil, de los colegios profesionales y organizaciones de base, tienen para ser insumos para una labor productiva en el Congreso.

Como verán, no es nada del otro mundo, solo son deseos y esperanzas postergadas por tantos años, porque los que tuvieron la oportunidad de representarnos en el parlamento nacional, en su gran mayoría, están en el olvido, sumergidos en el fango donde la mediocridad los envía.

Y ojo, que la valla que tienen al frente no es alta, está en el nivel mínimo, a centímetros del fracaso. Por eso, con ser un congresista correcto y decente, pasarán fácilmente a tener un lugar en la historia. Señores y señoras candidatos, ustedes tienen la palabra.


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MI CONGRESISTA, TU CONGRESISTA, NUESTRO CONGRESISTA

¿Qué espero de los candidatos al Congreso de la República? Pues no mucho. Algunas cosas simples y sencillas. Porque a estas alturas de ...