viernes, 29 de abril de 2016

¿Por quién votarás?

En todo momento, cada vez con más insistencia, me sueltan la pregunta a quema ropa. "¿Por quién vas votar en esta segunda vuelta?". Y francamente, ya me tienen podrido con eso. ¿Acaso no saben lo que es discreción? ¿Esta interrogante no resulta ser una intromisión a la intimidad? ¿Acaso no es de mal gusto como cuando te preguntan, cuánto ganas en tu chamba? No pues, no jodan con eso.

Y no me salgan que es un compromiso con el país y toda esa vaina con la que quieren camuflar su manía de querer conocerlo todo y de todos, chisme le llaman a eso, ¿no?

Porque lo que cuenta no es por quién votaré o no, lo que se debe valorar es que como ciudadanos participemos, libre y responsablemente, de esta nueva cita con la democracia. Más allá de por cuál de las dos opciones no inclinaremos al votar.


Porque vean. Si digo que votaré por Keiko sus opositores me soltarán los perros rabiosos. Y si menciono que sufragaré por Pedro Pablo, me caerá una andanada de sapos y culebras. Aun diciendo que ninguno de los dos me quita el sueño y que mi cédula quedará en blanco o haré un dibujito para viciarla, igual, me lloverá de todo, desde desplantes y miradas de desprecio, hasta insultos con menciones honrosas a la autora de mis días.

Yo por eso propongo, que en vez de estar de tras de los demás por querer jalarle la lengua para que digan por quién van votar, deberíamos procurar para que las propuestas y planes de gobierno de cada candidato se difundan hasta nomás. En eso creo debemos insistir.

Considero que hasta el momento todo se reduce en mostrar y hablar de subjetividades, de escarbar y escarbar en la vida de ambos aspirantes presidenciales. Y esto viene desde la campaña de primera vuelta, pero ya ven, ¡cómo los han perjudicado! ¡Ahí están, los dos pasaron a la gran final!

Entonces, ya dejémonos de estar nadando en el mar de la frivolidad porque actos tan trascendentales para nuestro Perú merecen mejores conductas y acciones de parte de todos los ciudadanos. Por lo tanto, ¡ya basta! de estar con la simplonada de preguntar por aquí y por allá, poniendo contra la pared a todo aquel que se le cruce en el camino para realizar una "boca de urna" anticipada.

Desde ya, y advertidos están, no permitiré que nadie ose acercarse a mí solo con el interés de joderme con su estúpida pregunta. Si voto por la china o por el gringo o en blanco o viciado, será mi derecho y de nadie más. Porque, además, yo no voy deshojando margaritas por ahí, yo hace ratos chape una flor y no se marchita.


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jueves, 7 de abril de 2016

TU ERAS MI AMIGO DEL ALMA

En mis tiempos, la única condición para ser amigos era la lealtad, claro, usted le puede agregar otros ingredientes al plato, como la confianza, el respeto, el cariño, etc. Pero yo me quedo con el primero por varias razones.
Y me concentro en este tema porque de un tiempo a esta parte los amigos empatan o se unen, por un interés común. La amistad, por tanto, solo es posible que germine si piensas igual que “yo”. Si hay un escaneo común de las ideas.
Mas en tiempos de campaña electoral -e incluso se extiende hasta las épocas ya de gestión o gobierno-, eres amigo sí y sólo sí eres del mismo color partidario. Si sigues al mismo líder eres pata, sino te vas al carajo.
Y no interesa si a última hora te subsiste al carro ganador o de pronto agarraste chamba en la actual gestión. Lo único que importa es que saques pecho por la misma causa. Que tu camiseta sea del mismo color. Lo distinto, lo otro, simplemente no cuenta. No hay tiempo para sentimentalismos, porque lo fraternal pasa y termina en la conveniencia partidaria o del grupo que está en el poder.
E inversamente, al contrario, eres mi enemigo si tus simpatías políticas van por la vereda del frente, si osas y te atreves a pensar distinto y vas navegando por la otra orilla. Los tiempos modernos exigen que un verdadero amigo sea un robot, un títere, un convenido como todos.
Las relaciones amicales  se han manchado por la politiquería, porque eso tiene mayor peso. Que te conozcas del barrio, que hayan estudiado juntos, que andaban y mataperrabas en la misma patota, pues vete sabiendo que todo eso es romanticismo puro y barato.
Aquí lo que cuenta es que si estas de mi lado, eres mi brother, si tu causa es mi causa, pues eres mi causa. Ante esto, que importa que -como yo siempre digo- nos conozcamos desde el vientre de nuestras madres. La politiquería hoy tiene más valor. Si no estas de acuerdo con esto pues sonaste, te bajan el dedo.
Quien en su sano juicio puede estar de acuerdo con estas actitudes y cambios radicales de conducta. Quien  le puede negar tres veces a un amigo por la cochina y fanática militancia partidaria.
Pues aunque usted no lo crea hay una sarta de desubicados que están obnubilados por el carguito o poder que tienen. Si, aquellos que chivatearon y jugaron en el barro contigo, hoy caminan pisando cascara de huevo, hoy esos que tomaban aguajina contigo en alguna esquina, va por ahí, por los pasadizos de la angurria y luciéndose en los salones de la huachafería, disfrutando de la vida loca que les guiña y les regala su hipócrita sonrisa.
No es por nada, comencé a escribir esto con melancolía y añoranza por aquellos amigos, pero al terminar estas líneas, les confieso que me siento feliz de seguir, en medio de todo,  rindiéndole culto a la honestidad, a la amistad, mientras espero  -aquí mismo- que pasen los años y el poder me devuelva a aquellos que de pronto se mancharon pero no por eso dejarán de ser mis manchas.
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MI CONGRESISTA, TU CONGRESISTA, NUESTRO CONGRESISTA

¿Qué espero de los candidatos al Congreso de la República? Pues no mucho. Algunas cosas simples y sencillas. Porque a estas alturas de ...