martes, 19 de agosto de 2014

¿En cuál orilla estas?


La denuncia difundida contra el congresista Víctor Grandez en la última edición de ‘Panorama’, ha provocado una serie de reacciones en todos los niveles de la ciudadanía. Opiniones variopintas, encendidas o frías, todo dependiendo del cristal con que quisieron y quieren mirar este caso.

Luego de emitido el reportaje sobre el hospedaje Toro Bravo, propiedad familiar de los Grandez Saldaña, se empezó a escuchar y leer las posiciones al respecto no solo de la gente de a pie, si no de autoridades incluyendo a la primera dama Nadine Heredia.

Hay que precisar que el escándalo, donde lamentablemente están como victimas menores de edad, reventó justo el Día del Niño. En medio de tantas reflexiones, golpes de pecho y compromisos por los “peques” se entiende que la denuncia periodística cayó como una pedrada en el ojo.

Y sí, desde el domingo se dijo tanto y seguramente el tema continuará en agenda, pero lo que me sorprende negativamente, me frustra y me indigna es como se tuercen las cosas por intereses y defensa de posiciones políticas electorales. Aquí señores hay un caso central y de fondo: Trata de personas. Niñas y adolescentes que son explotadas y abusadas sexualmente, según se pudo escuchar de boca de una de las víctimas, quién además reconoce que varias veces le llevaron al hospedaje de marras y que existen otras menores de 10 y 12 años de edad que están bajo el dominio de esta asquerosa mafia. Incluso, se le ve y escucha a una mujer de nombre Selene, proxeneta que ya estuvo en la cárcel, ofertando a las menores de edad.

Por lo tanto, niñas victimas de repudiables actos donde los adultos las “negocian” de la manera más natural o “caseritos” y clientes ocasionales. Indignante desde todo punto de vista, un delito al que le debe caer todo el peso de la Ley a quién, o quienes, lo cometen. Pero lamentablemente nos encontramos, como siempre, con esas voces vergonzosas, opiniones de cloaca, que buscan pretextos para minimizar y defender lo indefendible.

No se trata de donde viene la denuncia. No se trata de si el señor Grandez ha presentado denuncias fuertes contra la autoridad regional y que le están dando su vuelto. No se trata de que esto sea una cortina de humo para ocultar hechos de corrupción. No se trata de llevar agua a mi molino o de, a río revuelto ganancia de pescadores, o de querer hacer leña del árbol caído. No. La campaña electoral no debe desviarnos. La niñez no debe depender de la temperatura política o los colores partidarios.


¡Ya basta! O defendemos de hecho y palabra a nuestros Niños, Niñas y Adolescentes de forma clara, firme y contundente, o seguimos restándole importancia  y echándole tierrita a esta cochinada. Con la actitud última sólo sumaremos a las vergonzosas estadísticas un caso más. Que como tantos otros pasarán a dormir el sueño de los justos e inocentes. ¡Qué vergüenza, que indignación!

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