La denuncia difundida contra el congresista Víctor Grandez
en la última edición de ‘Panorama’, ha provocado una serie de reacciones en
todos los niveles de la ciudadanía. Opiniones variopintas, encendidas o frías,
todo dependiendo del cristal con que quisieron y quieren mirar este caso.
Luego de emitido el reportaje sobre el hospedaje Toro Bravo,
propiedad familiar de los Grandez Saldaña, se empezó a escuchar y leer las posiciones
al respecto no solo de la gente de a pie, si no de autoridades incluyendo a la
primera dama Nadine Heredia.
Hay que precisar que el escándalo, donde lamentablemente están
como victimas menores de edad, reventó justo el Día del Niño. En medio de
tantas reflexiones, golpes de pecho y compromisos por los “peques” se entiende
que la denuncia periodística cayó como una pedrada en el ojo.
Y sí, desde el domingo se dijo tanto y seguramente el tema
continuará en agenda, pero lo que me sorprende negativamente, me frustra y me
indigna es como se tuercen las cosas por intereses y defensa de posiciones políticas
electorales. Aquí señores hay un caso central y de fondo: Trata de personas. Niñas
y adolescentes que son explotadas y abusadas sexualmente, según se pudo
escuchar de boca de una de las víctimas, quién además reconoce que varias veces
le llevaron al hospedaje de marras y que existen otras menores de 10 y 12 años
de edad que están bajo el dominio de esta asquerosa mafia. Incluso, se le ve y
escucha a una mujer de nombre Selene, proxeneta que ya estuvo en la cárcel,
ofertando a las menores de edad.
Por lo tanto, niñas victimas de repudiables actos donde los
adultos las “negocian” de la manera más natural o “caseritos” y clientes
ocasionales. Indignante desde todo punto de vista, un delito al que le debe
caer todo el peso de la Ley a quién, o quienes, lo cometen. Pero lamentablemente
nos encontramos, como siempre, con esas voces vergonzosas, opiniones de cloaca,
que buscan pretextos para minimizar y defender lo indefendible.
No se trata de donde viene la denuncia. No se trata de si el
señor Grandez ha presentado denuncias fuertes contra la autoridad regional y
que le están dando su vuelto. No se trata de que esto sea una cortina de humo
para ocultar hechos de corrupción. No se trata de llevar agua a mi molino o de,
a río revuelto ganancia de pescadores, o de querer hacer leña del árbol caído. No.
La campaña electoral no debe desviarnos. La niñez no debe depender de la
temperatura política o los colores partidarios.
¡Ya basta! O defendemos de hecho y palabra a nuestros Niños,
Niñas y Adolescentes de forma clara, firme y contundente, o seguimos restándole
importancia y echándole tierrita a esta
cochinada. Con la actitud última sólo sumaremos a las vergonzosas estadísticas
un caso más. Que como tantos otros pasarán a dormir el sueño de los justos e
inocentes. ¡Qué vergüenza, que indignación!
No hay comentarios:
Publicar un comentario