lunes, 25 de agosto de 2014

Entre tirios y troyanos

(Imagen: Punto Final - Frecuencia latina)

Coincido con los que dicen que ésta es una campaña bastante agresiva y cochina al mismo tiempo, un escenario electoral donde las propuestas, ideas y planes de gobierno, han sido hace rato sepultadas por camionadas de estiércol. Esa es nuestra vergonzosa realidad
y soy bastante pesimista que la misma cambie de aquí al 5 de octubre. Salvo que como ciudadanos responsables asumamos nuestro rol y dejemos de seguir cual borregos a todos esos caudillos disfrazados de líderes.

La denuncia o contra denuncia -para ser precisos- del domingo es una clara demostración de lo que afirmamos. Hay una guerra declarada entre tirios y troyanos. Entre verdes y naranjas. Es un ataque despiadado entre los unos y los otros. Entre los que están en el poder y quieren quedarse en él. Y los que tienen la primera opción de llegar a la codiciada cima, según las “respetables y creíbles” encuestadoras.

El informe del programa dominical “Punto Final”, puso al descubierto las malas armas que son capaces de usar, y aunque se diga que en política todo vale o que el fin justifica los medios, nos dejan pasmados y mucho más indignados con sus acciones cobardes. Utilizar a una menor de edad para sus oscuros y nauseabundos propósitos solo les pone en el peor nivel de consideración en la conciencia ciudadana.

Una niña de condición humilde junto a sus sueños, esperanzas y dignidad individual y familiar fue sumergida en la cloaca, porque lo que contaba solo era hundir al rival, al enemigo, al acusador. Y para pagarles con la misma moneda, los supuestos afectados no tuvieron mejor idea más brillante que utilizar a la misma niña, para la venganza perfecta. ¿Acaso mostrarla, visibilizarla no era victimizarla nuevamente? ¿Acaso no se dan cuenta que quedó claramente demostrado que al Toro Bravo, como a la gran mayoría de hospedajes, se ingresan niñas y adolescentes, a menores de 18 años, como Pedro en su casa?

En mi opinión, la respuesta pudo ser igual de contundente sin necesidad de exponer a la inocente “Dani”. La voz y testimonio de su madre, familiares y vecinos bastaba y sobraba. Insisto, ¿para qué exponerla si con eso la seguimos afectando en sus derechos de infante? Y si consideraban que su manifestación era imprescindible en el informe, hubieran seguido el procedimiento que manda la Ley: Policía de la familia, fiscalía de familia, juzgado de familia o instituciones tutelares de los derechos de los NNA. De tal forma que los malos de la película de terror solo sean los que financiaron el informe del domingo antepasado –supuestamente FL- y no los que financiaron el informe del último fin de semana –supuestamente MIL-. Si queremos marcar diferencia y distancia del actuar de los demás, simplemente no debemos hacer lo que ellos hacen. Así de claro.


En conclusión, señores que están metidos de políticos -muchos por el oportunismo electoral- déjense de usar a la niñez para sus campañas y guerras sucias. Porque tan repugnante resulta aquél que abraza, carga, besa y posa sonriente con niños y niñas en sus afiches y spots, como los que utilizan a menores para cosas condenables tal cual los informes televisivos recientes.

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